En la espaciosa cocina de la casa ... una mujer de una edad que no se podía definir con certeza, colgaba, ordenaba cacharros de cobre que brillaban como oro; el silencio permitía oír su respiración relajada, armónica... y su semblante denotaba esa paz.
Por el amplio ventanal observó cómo un auto se acercaba a la entrada, lo reconoció y sonrió. Uno de sus contados amigos que utilizaría con seguridad un sector de la casa para alguna reunión de las que ella no participaba; pero la casa cobraba vida y éso le agradaba... oír la charla, la música desde algún lugar de la gran casa, habitada sólo por los fantasmas que ella creaba, imaginaba y disfrutaba; tan sólo ella, sus fantasmas y dos "compañeras" de servicio vivían allí.
Muchos se preguntaba porqué vivía en esa inmensa casa, sola, -huía o esperaba?
A lo que alguna vez respondió:
- "Ni lo uno ni lo otro. Sólo estoy... estoy cerca, lo más cerca posible y también lejos, tanto como puedo. Y no diré más!"
Una de las mujeres del servicio se asomó a la cocina y le comentó: "el señor Lemus viene con un amigo".
Así era lo normal, no necesitaba recepción, sus puertas siempre estaban abiertas, los amigos llegaban a su propia casa.
Los pasos le permitían saber que venía hacia la cocina. En cuanto se abrió la puerta... sin mirar ella dijo con amabilidad:
- Ya lo sé! tienes una reunión con amigos y con un beso pides permiso
Y continuó: Pero no vienes a visitarme ... sabes bien que no tienes ....(se dio vuelta a mirarlo con una sonrisa)
Sus ojos quedaron fijos frente a quién lo acompañaba... él era su amigo!
Inconfundible! ella lo reconocía entre un mar de gente, lo percibió a veces y huyó... no queriendo enfrentarse a lo que sería inevitable... pero ahora estaba alli... a unos pasos...
"No me reconocerá -pensaba- pasó demasiado tiempo... años..."
Y aún así ... deseaba huir.
El volver a mirarse en sus ojos le hizo comprender que lo amaba aún más de lo que creía.
Pero terminó de decir en un susurro casi:
"....qué pedir permiso.... y..."
(al mismo tiempo que hablaba, se iba corriendo ... lento... apoyada a la mesada ,o sentía que caería, el temblor de su cuerpo acusaba lo que su alma sentía)
Mientras que sus ojos fijos en los de él se llenaban de lágrimas... intentó correr.... debía huir ... una vez más deseó huir!
Pero él ya estaba a su lado y la aferró con fuerza...
- Ryda...
El nombre salió de sus labios con la misma música que años atrás y se supo vencida, atrapada por el hado, la ventura del amor.
No luchó, no tenía sentido .... "lo que deba ser será"; al fin , el destino estaba escrito al menos para ellos "grabado a fuego".
Lo demás? fue como la vida de todos los enamorados: caminar una senda sin ver, ni querer ver el final del camino, porque el sol brillaba allí con cada paso.
Mi regalo
-
A Edgar por sus 15 años.
Porque sos de mi vida
rama fértil,
el vástago que prolongará
mi estirpe,
quisiera darte cuanta cosa material
en este mundo ex...
Hace 5 meses